Archive | November, 2010

AVALON (2001) – Dir: Mamoru Oshii

29 Nov

Hace unos días vi un perro de raza Basset Hound, lo cual inmediatamente me llevó a recordar las series y películas de Mamoru Oshii.

Esta película, como en la mayoría de Oshii es traída de la cultura cyberpunk, género de ciencia ficción al cual soy adepto.

La película trata sobre un futuro sombrío donde las personas están obsesionadas por un juego ilegal de realidad virtual llamado Avalon. Los jugadores pelean con armas modernas en un mundo de guerra buscando ganar puntos para subir el rango o nivel. En altos niveles los espíritus de los jugadores pueden quedar dentro del juego y el cuerpo queda en el mundo real en estado vegetativo.

Uno de los jugadores, Ash (Małgorzata Foremniak) escucha sobre un nivel secreto en Avalon. La película muestra la búsqueda de Ash para lograr llegar a este nivel.

El conjunto de los tonos sepias, la música y los escenarios de este filme  hacen un ambiente introspectivo ideal para esta temática que invita a la reflexión.

Particularmente me identifico en alguna medida con la película ya que desde corta edad mi mente se ha transportado a mundos virtuales, desde las tierras  psicodélicas de un fontanero de nombre  Mario pasando junglas donde el rey es un gorila con corbata hasta un pueblo consumido por abominaciones demonios llamado Silent Hill. Creo que parte de mi mente se quedó en alguno de esos lugares.

Avalon fue producida y dirigida por un equipo japonés, pero filmada en su mayoría en Wroclaw, Polonia, con actores polacos en su idioma propio. Además fue seleccionada en el Festival de Cine de Cannes y ganó premios en otros festivales europeos. Fue galardonado como Mejor Fotografía en el Festival Internacional de Cine de Cataluña 2001 en España. En el Reino Unido, ganó el premio “Mejor Película” premio en el London Sci-Fi Film Festival 2002.

Como dato curioso Avalon, según la leyenda del rey Arturo, es el nombre de la isla a la que las nueve hermanas (reinas-hadas) llevan el cadáver de Arturo para ser sepultado.

A los adeptos y a los que odian mis posts les recomiendo esta película y de paso las series de Mamoru Oshii, en especial Ghost in the Shell.

THE FLY – LA MOSCA (1986) Dir: David Cronenberg

19 Nov

 

Después de una larga conversación con Sandra,  la película de esta semana me fue revelada. Llevaba días pensando en cuál sería el film  más apropiado para mi segundo post, pero no encontraba nada. Me sentía un poco frustrado, ya que en el sondeo que hicimos con los demás discípulos del fantasma y nuestros pocos pero fieles lectores, se llegaba a un factor  común; el post de menos recordación y con la película más difícil de conseguir era el mío. Después de llegar a tan fatídica conclusión pasé días indagando sobre cuál genero sería el más llamativo para nuestros potenciales lectores y qué tipo de películas debería reseñar para que no terminaran sacándome a sombrerazos de aquí. Compré tres DVD para ver, pero ninguno me despertó el deseo de transmitirlo por este medio. Entonces decidí remontarme nuevamente al periodo donde podía ver películas en la casa de mi abuela indiscriminadamente (hecho que le agradeceré siempre) y ahí encontraría  la respuesta.

Este es uno de los films que más grabado quedó en mi memoria, provisto de  escenas tan grotescas y con un lenguaje gráfico de un nivel tan alto, que para un niño de siete años era difícil comprender. Es posible que mi razón haya decidido almacenar este material durante tantos años, inmóvil esperando una edad más apropiada, simplemente para poder digerirlo pasado el tiempo. Sin embargo La mosca se situó en mi cerebro y jamás se irá.

Dirigida por David Cronenberg la mosca se estrena en 1986, es un remake de la versión de 1958 (que confieso no he visto).  Además de esto tiene una segunda parte que me niego a ver simplemente por el hecho  de que después de ver la primera  tengo la sensación de no necesitar más. Una segunda entrega me parece un exceso.

Gran parte de la historia se desarrolla en el laboratorio del doctor Seth Brundle ( Jeff Goldblum) un científico que  diseña y construye una máquina compuesta por dos cápsulas, capaces de  teletransportar la materia, desintegrándola desde la capsula de origen y reintegrándola en la de destino. Brundle experimenta con todo tipo de objetos  y animales. Pero hace falta la prueba reina; probar la máquina con  un ser humano. Esta idea no es del agrado de la mujer de la historia; Verónica Quaife  interpretada por Geena Davis  cree que es muy  arriesgado. A pesar de  la sugerencia de Verónica, Seth se teletransporta sin percatarse  de que una mosca entra en la capsula con él. Después del experimento el científico empieza a sufrir cambios físicos debidos a la fusión del ADN de la mosca y él.  Seth se convertirá en una nueva forma de vida que se autodenomina Brundle mosca, un ser que al final no se sabe si es mejor o peor que los humanos con los que ustedes y yo convivimos.

Recomiendo presten atención a la evolución de Brundle mosca,  tiene una parte de ascenso y otra que muchos consideran descenso (yo aun no elijo), también a los efectos especiales que para su época debieron ser lo último en guaracha y de cómo al final Brundle mosca se conserva digno y no se lleva a nadie consigo.

Soy consciente de que corro el riesgo de nuevamente no ser leído, pero en esta ocasión apelé a las personas que se sientan identificadas conmigo, recuerden  algunas partes de esta película y les encante  el exceso de azúcar en el café, tanto como a Brundle mosca.

 

LES TRIPLETTES DE BELLEVILLE (2003) Dir: Sylvain Chomet

10 Nov

Las películas animadas (de muñequitos, como he dicho siempre) son una parte importante de mi amor por el cine. La historia se remonta a la primera vez que fui a una sala de cine; esa tarde mi mamá decidió llevarnos a mi hermana y a mí a ver El Rey León. Resulta que a los pocos minutos de empezar la película me atacó una fiebre que me puso a sudar como un caballo, esto obviamente alarmó a mi madre, que decidió que nos fuéramos. Pero mi emoción era tan grande que lo que menos me importaba era que mi cuerpo estuviera ardiendo, a mí lo que me importaba era la suerte de Mufasa. De esta manera mi mamá me sacó cargado en medio de mi llanto que no era causado por la enfermedad sino por la escena que estaba viendo y lo único que atiné a decirle a mi progenitora fue: “¿cierto que el león está vivo?” Ese fue el punto de partida de mi relación con el cine, el inicio de un camino sin retorno. Es por eso que quiero compartir una de las grandes películas animadas que pueden existir, Les Triplettes de Belleville. Esta obra maestra fue catalogada fuera de concurso en Cannes y ganó otros tantos premios alrededor del mundo, todos merecidos.

 

Con esta película, Sylvain Chomet hizo lo que para mí es una verdadera obra maestra. El argumento de la película sirve como hilo conductor de un paseo en bicicleta por un mundo fantástico que no es más que una caricaturización del mundo real. La historia es la aventura de Madame Souza para rescatar a su nieto ciclista (Champion) quien es raptado por un grupo de mafiosos (al menos eso parecen ser) que lo necesitan como parte de un nuevo juego de apuestas. Cada personaje que aparece tiene alguna característica exagerada que resulta cómica, como por ejemplo la mayoría de personas en lo que debería corresponder a Nueva York, son obesos y los ciclistas son unos seres sumamente flacos con unas piernas impresionantemente musculosas. Por eso vale la pena verla con detenimiento, fijándose en cada detalle.

 

Las trillizas que le dan el nombre a la película son tres ancianas hermanas que hacen música con una nevera, una aspiradora y un periódico que comen ranas y viven riéndose de la vida. Estas, junto con Madame Souza son las heroínas de la historia y dejan en ridículo a toda una organización delincuencial. Además, estas hermanas sirven como intérpretes de una de las grandes canciones del cine: “Belleville Rendez-vous”. La canción, que en realidad es interpretada por Béatrice Bonifassi, se queda grabada en la mente y hace que cada vez que uno la oye los pensamientos se transporten al mundo de las trillizas.

 

De los 112 minutos que dura el filme no hay más de cinco minutos de diálogo y la historia se va contando sola sin necesidad de que el espectador sepa lo poco que los personajes hablan. Cuento esto porque cuando fui a verla no había subtítulos y el hecho de que yo no supiera francés no importó para nada. Esto la hace aun más valiosa, pues puede ser disfrutada por cualquier persona en cualquier parte.

 

Lo único que me queda por decir es que si por alguna razón no les gusta ver películas animadas, atrévanse a ver Les Triplettes de Bellville y les aseguro que no se arrepentirán (eso espero).

 

Taxi Driver (1976) Dir: Martin Scorsese

5 Nov

Jazz, noche, humo de alcantarilla y un taxi son los componentes que generan la atmósfera ideal para que surja un héroe.

Una gran película, ganadora de la palma de oro en el festival de cine de Cannes y nominada a los premios de la academia, dirigida por Martin Scorsese y protagonizada por Robert de Niro por la cual usted dejará de ver a los taxistas como antes.

No ha pasado mucho tiempo desde que conocí esta película, este clásico no había pasado de ser un vago recuerdo en mi mente de otro de los numerosos filmes en los que actúa Robert de Niro hasta que me la recomendaron. Tal vez es una película demasiado buena para un prospecto de cinéfilo como yo, simplemente me sorprendió su música, ambiente, el argumento ‘simple’ y los pequeños detalles del personaje ocasionando que me aventurara a escribir sobre esta.

Travis Bickle (Robert de Niro), un ex-combatiente de la guerra de Vietnam que sufre de insomnio se convierte en taxista nocturno a causa del mismo. De día un ciudadano solitario que vaga por las calles de New York y logra entretenerse en cinemas pornográficos; de noche es un testigo que percibe una ciudad decadente hacia la depravación y la miseria. La gran manzana ‘podrida’ se convierte en el escenario perfecto para que aparezca un salvador.

de Niro interpreta un hombre trastornado por un pasado atormentador y por un presente de perdición que encuentra entre todo eso un objetivo para su vida el cual lo llena de pasión, ímpetu, firmeza y arrogancia, una mezcla que desprende esa típica actitud de ansias de poder, orgullo, desinterés por el prójimo que a veces sentimos, esa actitud que expresa la imagen de Travis ejercitándose, analizando como desenfundar sus armas y practicando su dialogo “you talkin’ to me”, esa actitud que me hace sonreír un minuto al día frente a un espejo con un dejo de petulancia mientras repito aquella escena.

Debo mencionar la actuación de Cybill Shepherd como Betsy, una mujer cautivadora capaz de robarle el pensamiento, enamorar y obsesionar a un hombre como Travis influyendo profundamente en su pensamiento y en su forma de actuar, creo que como nos pasa a todos cuando nos encontramos con una mujer así. Igualmente como a todos nos sucede, Travis encuentra que esta mujer en realidad no es nada especial que “es como las demás… fría y distante…”.

Algunos verán a Travis como digamos un ‘psicópata’, yo lo veo como un héroe ¿Qué diferencia hay entre ser un psicópata a ser un héroe? sólo una, una prostituta. Conocer a una joven prostituta puede cambiarle la vida a cualquiera, por lo menos eso sucedió con Travis al conocer a  Iris (Jodie Foster), que al querer salvarla del mundo en el que vivía y combinando sus sentimientos de querer limpiar la maldad de la ciudad,  cambia el sentido de los actos con los cuales finaliza el filme. Travis, un hombre que no teme responder violencia con violencia.

La música de este filme, compuesta por Bernard Herrmann,  es perfecta, mostrando  un depresiva atmosfera  cercana al cine negro reflejando los sentimientos del protagonista, sentimientos de este personaje huraño y enfermizo que termina siendo un héroe local y un héroe fuera de la pantalla.

Taxi driver, una película de culto, no tan nombrada pero admirada por Hollywood que no pueden dejar de ver.